dilluns, 6 de febrer del 2012

Carta de una profesora

Hoy me he sentido orgullosa de ser profesora en un Instituto Público. Compañero, quiero tener un poco de todos vosotros.
Llegar a una manifestación y encontrarme con el profesor de Sociales  a punto de jubilarse, acompañado de su mujer, dispuesto a extender la pancarta, para que todos nos localizasen, cuando podría haberse quedado en casa cómodamente, es para mí un ejemplo de vida.
Que entre una muchedumbre hayáis sido capaces de localizar una pancarta más, e identificarla, es una alegría. Que sin apenas complicidad, el horario escolar lo impide, nos hayamos juntado para manifestar nuestro descontento es un ejemplo de colaboración. Que uno  haya dejado a niños pequeños en casa, haya venido de pueblos alejados, o no haya asistido a un compromiso social, me hace sentir orgullosa de ser profesora como vosotros.
Puede que alguien piense que nos movemos únicamente por los recortes económicos, pero está equivocado, nos movemos por el recorte a nuestra dignidad. Si trabajas en la Enseñanza Pública y lo haces con pasión, con  autoexigencia de responsabilidad hacia los demás, no esperas premios, pero tampoco castigos.
Y aún estando de manifestación, la profesora de Tecnología no para de pensar cómo mejorar la estructura de la pancarta, las de Plástica observan la tipografía,  los de Lenguas analizan y se divierten con el contenido de los mensajes, el de Informática hace las fotos para colgarlas en la Web, y el de Música echa en falta algún instrumento o canción que animara la protesta. Seguro que los de Matemáticas han hecho algún cálculo de tiempo, número de personas etc.
Enhorabuena a todos, sois un buen ejemplo para los jóvenes a los que enseñáis, sólo nos falta implicarlos en la reivindicación de una Enseñanza Pública sin recortes en su calidad. Lo tenemos difícil en esta sociedad individualista, lo que ellos no saben es que los más perjudicados van a ser ellos, los alumnos.

M José Carrión. Profesora de Plástica del IES Núm.2